III Simposium Internacional de Ingeniería Bioquímica: espacio para la multidisciplinariedad

La Universidad Internacional de Verano reservó espacio para el conocimiento y la reflexión sobre las ciencias de la vida: el III Simposio Internacional de Ingeniería Bioquímica, que significó para los asistentes contar con terreno fértil en el ámbito de la multidisciplinariedad. En este simposio se abordaron temas que colindan entre sí y necesitan de la convergencia no sólo de las ciencias naturales, sino de la consideración que merecen estos temas en el ámbito social, así como de la importancia de dar a conocer este trabajo tomando en cuenta estrategias de mercado.
 
Un ejemplo claro de lo anterior fue abordado en la conferencia Importancia de la Biotecnología en el desarrollo de la ciencia, impartida por el doctor Luis Cañedo Dorantes, quien planteó la existencia de un precipicio entre la labor científica y la industria. Es importante que todos sepamos para qué se hace ciencia y podamos aprovechar el trabajo realizado en los laboratorios. Como punto a trabajar para salvar este precipicio, es necesario que exista la vinculación entre ambos sectores: que exista la colaboración entre científicos y empresarios, que redunde en la dinámica de investigación derivada hacia el diseño de un producto accesible a la población. Esto también implica observar el tema de la inversión en la investigación y en la búsqueda de garantías que apoyen la enseñanza de la misma a largo plazo.
 
La importancia de que la investigación científica intervenga directamente en el desarrollo industrial y social, radica en los beneficios potenciales en temas como la salud y la protección del medio ambiente. Para dar a conocer un panorama de cómo apremia la atención sobre este tema, se llevaron a cabo conferencias que abordaron, por ejemplo, la relevancia que tiene un medio ambiente equilibrado para una vida saludable: el doctor Rogelio Flores Ramírez, en su conferencia Salud total, un enfoque integral de evaluación de sitios contaminados, señaló la incompatibilidad de una visión en la que los seres humanos gocen de buena salud en medio de un entorno contaminado; de ahí la importancia de proponer estrategias que contemplen el buen estado de la flora, de la fauna y de los recursos naturales, o en sus propias palabras: una visión biocéntrica, en la que el entorno completo esté libre de las amenazas de índole química, física, biológica o social.
 
Por su parte la doctora Alma Concepción Chávez Mejía expuso, en su conferencia: Presencia de contaminantes emergentes en diversas matrices ambientales, un nuevo reto para el tratamiento del agua, la carencia de rigor que hay en México con respecto al tratamiento de aguas residuales; esto acarrea serios problemas de salud, al no apegarse a una norma de control que determine un proceso posterior a su utilización humana y anterior, por ejemplo, a su uso para riego de cultivos. Esto es agravado por la falta de consideración de sustancias de las que no se tenía anterior conocimiento, por lo que un reto para los investigadores consiste en reconocer dichas sustancias y señalarlas para promover la creación de normas que garanticen la reutilización del agua tratada sana y adecuadamente.
 
Complementando esta visión, el doctor Hermes Ulises Ramírez Sánchez dictó la conferencia: Inversiones térmicas, factores meteorológicos y contaminación atmosférica en la ZMG y su relación con las enfermedades respiratorias agudas en menores. En su conferencia explicó cómo la contaminación atmosférica, a la que todos contribuimos, afecta no solamente la calidad del aire y, por consiguiente, a la salud del ser humano; sino también a la flora, a la fauna, al suelo, a los cuerpos de agua, a todo el ecosistema. Si partimos de la simple premisa de que todos respiramos para vivir, es primordial tratar la contaminación del aire como un problema público. También expuso la configuración de las normas que establecen la calidad del aire, subrayando la fragilidad de la misma en México, dado que se implementan parámetros correspondientes a otros países.
 
Sumado a estas perspectivas, el asunto de la oportunidad que significa la conjugación de ciencias biológicas y tecnología en el contexto actual, fue otro de los señalados en este simposio. Biotecnologías aplicadas a la salud humana, a la industria, a la agricultura, a la alimentación. Este fue el tema que la doctora Katiushka Arévalo Niño compartió con la audiencia. Dado el gran potencial de México en este tema, brindado por su rica biodiversidad, es viable realizar explotaciones sustentables y sistematizadas, que aprovechen tanto el cultivo como sus residuos y generen nuevos productos. Esto representa también un campo de empleo e innovación para los jóvenes.
 
Junto a las conferencias y cursos que se impartieron en este simposio, el Departamento de Ciencias de la Tierra y de la Vida organizó mesas que llevaron a investigadores y docentes a exponer entre los estudiantes las líneas de trabajo que realizan en temas ambientales, alimentarios, bioquímicos y biotecnológicos.
 
Por: Marina Ortiz
Fotografías: María Fernanda Hernández