Migración en tránsito

Dentro del marco de la VI Feria de la Humanidades y de la Ciencias Sociales, se dieron tres conferencias que giraron en torno a un tema que ha sonado con mayor ímpetu en los últimos meses: la migración en tránsito por México.
 
La primera conferencia titulada Los migrantes centroamericanos en tránsito por México, viejos caminos, nuevas estrategias, perdurables causas, fue dictada por el doctor Jaime Rivas Castillo de la Universidad de Don Bosco, El Salvador. Tener presente la ubicación geográfica de México es fundamental para comprender el fenómeno de migración de países centroamericanos hacia el norte del continente –la mayoría de los migrantes son provenientes de Venezuela, Honduras y El Salvador-, no solamente tomando en cuenta a México como país de tránsito, sino también como país de destino. Por un lado la posibilidad cada vez más cerrada de residir en suelo norteamericano, y por otro, la resistencia a regresar a sus países de origen debido a la falta de ingresos económicos, así como la violencia y la inseguridad,  lleva a un porcentaje de migrantes a tomar la alternativa de quedarse en México, sin embargo, la mayoría persisten en su objetivo de llegar hasta Estados Unidos.
 
El doctor Rivas también puntualizó que la migración, aunque se visibilizó con mayor fuerza a finales de 2018 por las “caravanas”, no es un tema que haya emergido apenas. Anterior a esta, se encuentran otros grupos migrantes –aunque en menor número- como “El viacrucis migrante” y las “Caravanas de madres de migrantes desaparecidos”.  Los caminos tomados como rutas de tránsito son viejos pero, sin duda alguna, con el desplazamiento masivo de los migrantes se han expuesto con mayor claridad. Dichas “caravanas” responden a nuevas estrategias de migración en las cuales el peso y la fuerza de la colectividad se vuelven elementos centrales hasta lograr su objetivo, una vez alcanzada la meta –mencionó el doctor Rivas- se da paso a la desintegración del grupo. En conclusión, el doctor Rivas señaló que “no hay evidencias de que la situación en Centroamérica mejore a corto o mediano plazo”, por lo que la migración de tránsito seguirá por muchos años más.
 
La segunda ponencia estuvo a cargo de la doctora Adriana González Arias, del ITESO, titulada Las redes y los vínculos sociales para sobrevivir a los riesgos y a la condición de vulnerabilidad del migrante irregular en México. Entre los puntos más relevantes encontramos los factores que condicionan a la migración de tránsito en México: la irregularidad y la vulnerabilidad. La urgencia de salir de sus países de origen por diversas razones –económicas, violencias, inseguridad- perfilan al migrante en condición de irregular. Por otro lado, y no ajeno al punto anterior, la vulnerabilidad existe a partir de la asimetría que el Estado crea entre los nacionales y los extranjeros.  A partir de esto, las prácticas que vulneran a dicho sector las encontramos en dos niveles: el institucional (estructural) que responde a las políticas de cierre de fronteras, así como al endurecimiento de los controles fronterizos y las prácticas de corrupción e impunidad por parte de las autoridades; y el sociocultural de base (cultural), que se refiere a las prácticas lucrativas por el crimen organizado y por la población civil  que aprovechan las necesidades de las personas migrantes, así como el desprecio, la discriminación, la xenofobia y los abusos verbales, físicos y sexuales.
 
A raíz de lo anterior es que existe la necesidad de crear redes y vínculos sociales para sobrevivir al tránsito por México. Esto es un proceso complejo puesto que es una suma de redes de origen, redes de tránsito y redes de destino. En la primera y tercera red se encuentra principalmente la familia y en la segunda –la de tránsito- es en donde se despliega una lista más larga encontrando por ejemplo,  al grupo de viaje que se forma por el camino, el  guía, albergues, casas, comedores, por mencionar algunos. Sin embargo, y aunque las redes puedan ser clasificadas en consolidadas y no consolidadas, la realidad es que son vínculos espontáneos y débiles, pero esto no le resta la importancia que representa para los migrantes, tomando en cuenta la condición de vulnerabilidad a la que están expuestos constantemente y los bajos recursos con los que transitan.
 
La tercera conferencia fue La protección de los derechos humanos de las mujeres en la migración y sus familias desde la sociedad civil, a cargo de Alma Levy Mora del Instituto para las Mujeres en la Migración A. C. (Imumi). Entre los puntos importantes, se encuentra el reconocimiento de las mujeres como agentes vinculadas a la migración a través de la realizada por sus familiares. Aunque la participación de las mujeres en la migración de tránsito irregular por México ha sido constante, es hasta 2007 cuando se empiezan a discriminar los datos entre los géneros que componen este fenómeno. Las necesidades de migración son distintas tanto para la migración masculina como femenina. Alma Levy insistió en que ignorar las relaciones de género no sólo lleva a la creación de políticas y programas ineficaces y poco adaptados con la realidad, sino que implica un desaprovechamiento de la oportunidad para avanzar en la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
 
Las mujeres migrantes gastan más en su viaje que los hombres, con la finalidad de no exponerse a tantos riesgos, por ello contratan a traficantes de personas (polleros o coyotes) con más frecuencia, evitan el tren de carga utilizando el transporte de autobús o particular, se hospedan en casa privadas u hoteles, utilizan documentación falsa. El resultado es que, la duración de su viaje es más corto que el de los hombres y a su vez, la familia obtiene una garantía más confiable de sus remesas.
 
Si bien, hace una década las mujeres viajaban solas dejando a sus hijos en su país de origen, actualmente la mayoría deciden viajar con sus hijos en etapas de la niñez o adolescencia, lo que exige tratar de hacer el viaje lo más seguro posible. Las causas principales son las que se vienen manejando desde un inicio: inseguridad, violencia y pobreza. Viendo la necesidad de apoyo hacia las mujeres migrantes, es que surge la asociación civil Imumi, que tiene como ejes de trabajo la representación legal, investigación, capacitación, incidencia en políticas públicas y comunicación estratégica.
 
Así es como en las tres ponencias se expuso una parte del panorama migratorio en México. Un tema que va tomando su forma en cada época de acuerdo a las políticas y oportunidades que brinda cada una de ellas.
 
A t e n t a m e n t e
"Piensa y Trabaja"

Lagos de Moreno, Jalisco, 9 de marzo de 2019
 
Redacción: María Dolores Valdivia
Fotografía: Yomira Gómez