Concluye satisfactoriamente el primer ciclo del Conversatorio de Humanidades y Ciencias Sociales del CULagos

La última sesión giró en torno al patrimonio arquitectónico de Lagos de Moreno y nuestra relación con él, desde el punto de vista de la cultura y las humanidades.

El pasado 30 de mayo, en la Casa Universitaria Lola Álvarez Bravo, se llevó a cabo la décima y última sesión del Conversatorio de Humanidades y Ciencias Sociales del Centro Universitario de los Lagos. Este primer ciclo del conversatorio se organizó por medio de la Coordinación de la Licenciatura en Humanidades, con apoyo del Departamento de Humanidades, Artes y Culturas Extranjeras y la División de Estudios de la Cultura Regional. Cabe mencionar que el programa del Conversatorio de Humanidades y Ciencias Sociales tuvo lugar durante el semestre 2024-A.  

Para el maestro Felipe de Jesús López Contreras, coordinador de la Licenciatura en Humanidades del CULagos, la importancia de realizar este conversatorio radica en la necesidad de llevar las humanidades más allá de las aulas, situarlas en espacios públicos para fomentar el pensamiento crítico y el análisis de nuestra realidad social en un ejercicio colectivo donde participen no sólo estudiantes, egresados y docentes de la licenciatura, sino también integrantes de la sociedad en general. 

La última sesión llevó por título «Lo que nos dicen los edificios». En ella participaron la maestra María del Mar Martín Macías, docente de la Licenciatura en Humanidades, Rocío Salas Arreola, egresada de la licenciatura y directora editorial del medio independiente Lagos Post, y Fernando Daniel Núñez Flores, también egresado de la licenciatura y colaborador del Laboratorio Editorial del CULagos, quien fungió como moderador. 

La conversación se desarrolló alrededor del concepto de patrimonio arquitectónico. Ante la pregunta; ¿Qué se cree que representa el patrimonio para los laguenses?, la maestra María del Mar habló de la identificación que existe con los edificios antiguos del centro histórico, los edificios religiosos, las casas y casonas, y cómo todo esto está relacionado con el nacionalismo y nuestra identidad colonial. Por su parte, Rocío destacó el papel de la nostalgia como factor de conservación del patrimonio, además de resaltar la importancia que tuvo el nombramiento de la ciudad como Zona de Monumentos Históricos en el año 1989, para reforzar el interés de la población por la conservación del patrimonio. 

La maestra María del Mar comentó que es necesario comenzar a comprender el patrimonio que nos rodea como un medio de comunicación, además de que debemos analizar cuál es nuestra relación con el patrimonio y cómo lo llenamos de significado a través de los usos individuales y colectivos. Sobre el tema de las protestas y manifestaciones que pueden tener impacto sobre los edificios, Rocío Salas mencionó que los edificios no se vienen abajo por una pinta o un grafiti, sino más bien por el descuido y el abandono de sus propietarios, además de los usos no autorizados que se le da al patrimonio. 

Cerca del final del evento, la maestra María del Mar compartió su experiencia durante un congreso sobre patrimonio, en la que se dio cuenta de que los laguenses, en general, poseen un interés considerable por la conservación de sus edificios y lugares históricos, a comparación del contexto de otras ciudades mexicanas. Esto le llevó a considerar que en Lagos es mucho más sencillo trabajar el tema, sólo faltaría despertar el interés en las personas que aún no lo han desarrollado. A su vez, Rocío Salas habló sobre su investigación en desarrollo, en la que estudia la historia de la zona de tolerancia en Lagos de Moreno a través de entrevistas con personas que estuvieron involucradas en ese contexto. Levantó una interesante pregunta a través de una cita del artista chileno Pedro Lemebel: «¿por qué los lugares de los pobres no pueden ser Patrimonio de la Humanidad?». 

La conversación concluyó con un llamado a comprometernos más como sociedad no sólo a conservar el patrimonio, sino a divulgar su importancia, analizar sus usos y nuestra relación con el mismo. Al final, el maestro Felipe de Jesús López Contreras agradeció a las autoridades que facilitaron la realización del primer ciclo del conversatorio, a los estudiantes, egresados y docentes que participaron en él, y al público asistente que participó en las sesiones de diálogo, ayudando a realizar el objetivo de este ejercicio: conversar y reflexionar desde las humanidades en un entorno público, a través de un ejercicio social, abierto y plural. 

 

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Redacción: Román Villalobos Manzo
Fotografías: Alondra López Contreras y Gustavo Cortez Alcalá