El continente vacío: una obra que establece un diálogo entre el presente y el pasado

El pasado miércoles 4 de diciembre se llevó a cabo la presentación de El continente vacío, obra de Eduardo Subirats reeditada por el sello Editorial CULagos. Esto aconteció en el marco del Coloquio de Historia México – India, que se realizó durante la FIL. En esta presentación participaron: el doctor Aristarco Regalado Pinedo, Rector del CULagos; el maestro Fernando Solana, académico de nuestro centro, y el autor. Al frente también se contó con la presencia de la maestra Ana María de la O Castellanos Pinzón, Secretaria Académica del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades.
 
La primera intervención estuvo a cargo del doctor Aristarco Regalado Pinedo, quien agradeció a los organizadores del Coloquio haber considerado la presentación de este libro para culminar. En cuanto a El continente vacío, se refirió como una obra muy necesaria hoy en día, ya que establece un diálogo entre el proceso de la Conquista de América por España, para continuar reflexionando sobre la globalización en el presente. Destacó que Eduardo Subirats tome en cuenta los textos producidos durante el siglo de la conquista y los analice desde la filosofía y el psicoanálisis, para  sobre la condición existencial de los pueblos indígenas conquistados: “el autor establece una teoría del proceso colonizador a partir de la reconstrucción de los discursos, y me llamó mucho la atención esta dimensión psicológica que posee el libro, porque pone precisamente como punto de partida la amenaza de destrucción y de aniquilación como en tiempos de guerra”.

Por su parte, el maestro Fernando Solana destacó que en El continente vacío se aborda la conquista como un proceso que todavía está en curso, aunque haya ocurrido 500 años atrás. Describió también que, para dar cuenta de la conquista, Subirats se remitió los pensadores americanos omitidos y exponer la violenta expansión colonial del occidente cristiano, que utilizó principios de control y dominación metafísicos tales como la culpa, el pecado, la expiación, la condena…: “actúa en esto el vaciamiento que el concepto cristiano de civilización planetaria lleva implícito: ‘si solo hay un dios que es el único Dios, todo lo demás puede colonizarse, destruyéndolo, porque está hueco de vida auténtica’…”. Concluyó señalando que Eduardo Subirats es un pensador necesario.
 
El autor, por su parte, compartió: “este libro es la reconstrucción de la teología política de la colonización que recorre los tratados de Las Casas, que recorre la destrucción sistemática de lenguas, memorias y espiritualidades a lo largo de la península ibérica hasta el siglo XVI, y de su expansión imperial sobre el continente americano, y que recorre la esclavitud y el genocidio de millones de seres humanos como una de sus últimas consecuencias…”. Se remitió a las crónicas del Inca Garcilazo de la Vega para afirmar: “América antes destruida que conocida”. Entonces, Subirats cuenta que en El continente vacío hay una reconstrucción de la teología de la destrucción representada por los españoles del siglo XVI y definir contra su legado dogmático la hermenéutica humanista de restauración y de reposición de las memorias y del esclarecimiento que representan. Aclaró que esclarecimiento no significa ilustración, ni información, ni robotización. Ante la actual amenaza de destrucción, el esclarecimiento sería capaz de revertir el proceso impuesto por las formas totalitarias.
 
Al término de esta presentación se llevó a cabo un breve diálogo entre el autor y los asistentes. Después, la maestra Ana María de la O realizó la entrega de constancias a los participantes de esta presentación y posteriormente dio por concluido el XXI Coloquio de Historia de México y la India: Cultura de las Indias Orientales, que significó un diálogo para nutrirse de las discusiones y las preguntas planteadas desde las lecturas nuevas y cotidianas, acercándose a nuevas formas de pensar y trabajar la historia.
 
A t e n t a me n t e
"Piensa y Trabaja"
Lagos de Moreno, Jalisco, 9 de diciembre de 2019
 
 
Redacción y fotografías: Marina Ortiz