«Es el momento para la reivindicación de las humanidades»: Dr. Pablo Fernández Christlieb

Durante la pasada edición del III Congreso Internacional de Psicología, Humanidades y Ciencias Sociales, tuvimos la oportunidad de conversar con el Dr. Pablo Fernández Christlieb luego de su conferencia magistral «Militantes y escépticos»

Antes de instalarse en el escenario del Auditorio Dr. Horacio Padilla Muñoz del CULagos, el Dr. Pablo Fernández Christlieb solicita amablemente un ajuste en el mobiliario: cambiar una mesita baja por una más alta. Cuando toma la palabra —y la toma con sutileza, con un estilo entre el murmullo y la confidencia, como quien comparte un secreto incomparable—, explica el asunto: «las mesas altas son para pensar», explica, haciendo una paráfrasis de Jean Baudrillard y su obra El sistema de los objetos, en la que se analiza de qué forma los objetos que usamos todos los días adquieren simbolismos que intervienen en la formación de nuestra identidad cultural. Así, con ese gesto, con ese instalarse tras la mesa alta, el símbolo da un mensaje claro: es momento de dar rienda suelta al pensamiento. 

Con una sólida formación en el campo de la psicología social hasta convertirse en una de las autoridades en el tema, y una producción intelectual que incluye artículos y libros sobre dicha materia, el pasado 28 de mayo de 2025, el Dr. Fernández Christlieb presentó, en el marco del III Congreso Internacional de Psicología, Humanidades y Ciencias Sociales del CULagos —parte del programa de la Universidad Internacional de Verano 2025—, una conferencia magistral titulada «Militantes y escépticos». Se trató de una detallada radiografía de dos grupos de personas y sus interacciones dentro del escenario social, su relación con el conocimiento, el lenguaje y la verdad. A los primeros los definió como aquellos que van por el mundo con la certeza de que poseen la verdad, lo que les motiva a actuar, a moverse, a hacer activismo bajo ese convencimiento. A los segundos, por su parte, los dibujó como esos seres que se mantienen al margen, dudan y desconfían de los procesos de la realidad, porque ante todo creen tener la razón. 

Es en la danza entre el quehacer de ambos grupos, «profesionales de su fe», llamados así por el Dr. Fernández, en donde se realiza la búsqueda de la verdad a través del conocimiento, un proceso elusivo por naturaleza. Y es que «detrás de cada conocimiento no aparece la realidad misma, sino otro conocimiento y luego otro más». ¿Cómo acercarse, entonces, a la verdad? No sin dejar que la ironía se cuele a través de su voz, el conferencista señala que el conocimiento es todavía el medio que más nos acerca a la realidad, a la verdad. La labor de las universidades, en ese aspecto, es ordenar el conocimiento, proporcionarle un sentido. Más tarde, con complicidad, aventura que el lenguaje de las metáforas es nuestra vía de acceso más directa a la realidad tal como es, algo que a muchos quizá no les resulte tan fácil de asimilar. 

Tras la conferencia, ya ante un auditorio vacío, tengo la oportunidad de pedirle que profundice sobre esa y otras cuestiones. 

¿De qué manera el lenguaje de la poesía puede aproximarnos a la realidad? Para el Dr. Fernández Christlieb, la respuesta tiene que ver con la forma en que el extremo en que se ubica la poesía llega a tocarse con, por ejemplo, la física. «La poesía es algo a lo que incluso los científicos, los verdaderos científicos, son capaces de darle su lugar. Hay un punto donde se tocan la poesía y la ciencia». ¿Cuál es el punto en el que se da ese entendimiento?:

Hay una definición que comparten muchas personas sobre la poesía, y es que se trata de decir lo que no se puede decir. Tocar los límites del lenguaje. Pero resulta que los límites del lenguaje son los límites de uno mismo y también los límites del mundo. Y la física cuántica, por ejemplo, hace exactamente eso, se mete a buscar dentro de la materia hasta donde desaparece la materia. ¡Entonces la poesía y la física coinciden en el mismo lugar! Al final, cuando desde las humanidades estamos hablando de estos temas, resulta que con quien puede uno tener las mejores conversaciones es con un físico, porque terminamos tratando de las mismas cosas. 

Aunque en el discurso del Dr. Fernández aparecen constantemente puntos de confluencia que podrían traducirse en soluciones, también da a conocer algunas de sus inquietudes sobre el contexto que atravesamos. Una de ellas está relacionada con el neoliberalismo y la forma en que sus dinámicas han adelgazado las convicciones tanto de los militantes como de los escépticos, dando pie al surgimiento de lo que este especialista denominó «los prácticos»: personas que pueden aparentar militancia o escepticismo a conveniencia y sin encarnar del todo lo que implica cada postura, manteniéndose en una zona gris de indeterminación. Es la victoria del pragmatismo, alejándose de la búsqueda del conocimiento, de la verdad. ¿Qué hacer en este escenario?: 

Lo que tenemos que hacer es argumentar en contra de estos discursos. Esta preeminencia del dinero como valor está ahí presente en nuestra realidad como una cuestión material, tangible, cargada de simbolismos. Es algo que tenemos todo el tiempo presente en nuestra sociedad, nos rodea de forma permanente. ¿Cómo transformamos esto? Primero debemos entender qué es lo que está pasando, cómo llegamos a este punto, y cómo fue que estos discursos llegaron a ocupar el lugar que hoy tienen, y a partir de ahí, ir desmontando las ideas que conforman este discurso: la idea del mérito, la mercancía, las ventas, el dinero, etcétera.

La otra inquietud está relacionada con nuestra relación con las nuevas tecnologías: las redes sociales, los nuevos formatos, la inteligencia artificial, entre otras, y cómo este vínculo está dejando estragos en el tejido social y en nuestra capacidad de entender la realidad. En este marco, ante la volatilidad que implica el avance tecnológico, el Dr. Christlieb apunta a la revalorización de las humanidades como una manera de aminorar los efectos de la debacle: 

A veces da la impresión de que estos temas, como la inteligencia artificial y etcétera, da la impresión de que la preeminencia y la dominancia de las tecnologías y las ciencias duras es lo que está creando los problemas de esta sociedad, cada vez más graves, por cierto. El papel de las humanidades y de las ciencias sociales, y la reivindicación de las ciencias humanas, incluyendo el arte, por supuesto, la música, la filosofía, puede resultar una forma de solución ante estos problemas. Me parece un poco ingenua la postura de quienes dicen «¡qué bueno que llegó la inteligencia artificial!». No, a ver, está padre que se les haya ocurrido esta tecnología, pero es un problema, no una solución. Justo por eso es el momento para la reivindicación de las humanidades, las artes, incluso de otras cuestiones como la conversación, la convivencia, la vida ciudadana. Hay casos como los de los estudiantes de filosofía, que defienden constantemente que haya filosofía en los planes de estudio de prepa, por ejemplo. Yo creo que en la psicología, por nuestra parte, debemos aprender a decir que están bien las ciencias cognitivas, aprender cómo funciona el cerebro y todo eso, es un tema interesante y demás, pero también es momento de defender las otras formas de la psicología, los otros discursos de la psicología.

Escuchando al Dr. Fernández Christlieb, puede comprenderse el lema del III Congreso Internacional de Psicología, Humanidades y Ciencias Sociales: «un acercamiento multidisciplinar a las problemáticas y retos sociales desde las ciencias humanas». En algún momento previo a su conferencia, lo menciona. «Yo sí me tomé muy en serio el tema del congreso para esta presentación», murmura, con sonrisa serena, como si fuera una travesura, antes de encender, con sus palabras, luces muy necesarias para ayudar a guiar los esfuerzos de internarse en los líos presentes en nuestro tejido social y aventurar soluciones desde los quehaceres de las ciencias sociales y las humanidades.  

Hasta que eso termine por ocurrir, en el entretiempo, en la espera, Pablo Fernández Christlieb concluye su conferencia dibujando una estampa: «mientras tanto, los militantes se indignan hasta el tuétano, y los otros, los escépticos, pues nada más se ríen». Lo esperan ya un montón de estudiantes, docentes y asistentes al congreso para quedarse con una foto de recuerdo, recibir algún consejo o algún norte de una de las más importantes personalidades de la psicología social en nuestro tiempo, que en alguna ocasión, con el calor de mayo en plenitud, vino a recorrer los pasillos del CULagos. 

 

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“PIENSA Y TRABAJA”

"1925-2025, Un Siglo de Pensar y Trabajar"

Redacción y fotografía: Román Villalobos Manzo